7 de marzo de 2012

HOMBRES & MUJERES Y LOS MENSAJES

     Yo soy de esas personas que piensa que es muy importante contarle al prójimo lo que uno siente, y más, si es una persona especial en tu vida. Si te es dificultoso, creo que es muy interesante escribir, escribir y escribir, porque cuando uno lo hace, se siente libre, se desahoga, se siente reflejado en aquellas letras que forman un texto.

     Hay gente que piensa que escribir es una pérdida de tiempo, hay otras que simplemente son bastante perezosas como para pararse a pensar qué van a escribir.  Por lo que si uno, se plantea escribir a estas personas,   puede optar por dos opciones: escribirle o dejar de hacerlo  sin recibir nada a cambio.

Ante estas opciones yo me planteo lo siguiente:

     Si le escribo sabiendo que no me va a responder, me pregunto ¿para qué "puñetas" le escribo? Si total, es como si hablara con la pared. Ante esta actitud, no nos estamos dando cuenta de algo muy importante. Es cierto que da mucha rabia, cierto, es ¡Indignante! Sobretodo cuando realmente te esfuerzas en aquellas palabras, y parece como que al otro no le importas.  Sin embargo, no nos estamos poniendo en el lugar del otro.

     Ayer, un amigo mío me dijo que las mujeres somos muy afectivas, y que queremos que nos den lo mismo que damos, y que ellos son diferentes, y quizás ellos,  en una carta, no sean capaces, o que no es su mejor canal de expresividad. Y lo más importante, el hombre no es una mujer, y que hay cosas que no le podemos exigir a un hombre, porque aunque le insistamos, no vas a lograr cambiarlos, porque ellos no necesitan esas cartas larguísimas llenas  de sentimiento. Eso sí, les encanta recibirlas, leerlas, pero no responder.


    Yo soy de esas que escribo cartas larguísimas, y me encanta hacerlas, porque así no se me olvida nada, y a la vez que escribo,  reflexiono, me emociono, revivo momentos, sonrío, me sonrojo,... No sé como expresarlo, me veo reflejado en todas aquellas letras, que es algo que me cuesta tanto decirlo o,  que en el momento no sé expresarlo o directamente, se me olvida. Sin embargo, muchas veces no recibo la misma emoción en la otra persona que me responde.

     Ante esto,  yo me digo a mí misma:  "¡No te des por vencida nunca!" ¿Por qué? Porque creo que siempre hay que dar la oportunidad para que uno te sorprenda.  Porque si das por supuesto que nunca lo hará, le estás etiquetando. Te enfadas, estás de mal genio porque no entiendes el por qué, le etiquetas de insensible,... por lo que no disfrutas de lo que realmente importa que es, disfrutar de una buena compañía.

    Si uno lo piensa bien, se puede dar cuenta que la gran mayoría de las veces, les estamos obligando a que respondan sin darles la libertad de que lo hagan ellos por iniciativa propia. Y si lo hacen con presión, no se expresan bien, lo hacen rápido y corriendo, sin sentimiento, repitiéndose continuamente, y lo más importante, sin el factor sorpresa que te podría causar. Entonces es cuando piensas, seré tonta por pensar todo esto, por no dejarle expresar cuando él quisiera, no cuando a mí me de la gana, que es lo que siempre nos pasa a las mujeres o a veces hombres, que queremos que nos escriban en un momento concreto y de una determinada manera.

     Por eso, a través de esta entrada lo que pretendo expresar, es la importancia de no encerrarnos en una idea, de que cada uno es de una manera, y que no podemos cambiar a las personas a nuestro gusto. Y a todas las mujeres, y también hombres, que los hay, que nos desesperamos mirando un día y otro haber si te ha respondido, nunca perdáis la esperanza, porque algún día llega una carta en la que se te iluminan los ojos, en la que te sorprenden y, hasta incluso, se te salen las lágrimas de alegría, de emoción, por aquellas palabras que te llenan y te consuelan durante una buena temporada.

     Así que, si lo vuestro es escribir,  hacedlo, no dejéis nunca de hacerlo, ya que eso es lo que os distingue de otras personas, y sobre todo, lo que te hace especial ante los demás, ante aquellas personas que realmente os importan.

12 de febrero de 2012

Cosas de niños


En estas líneas que vienen a continuación y que seguiré colgando en las próximos días, son acerca de mis pensamientos, experiencias, sentimientos, que voy teniendo con mis niños de prácticas, que tienen tres años.

   Nunca pensé que personas tan pequeñas pudieran darte tanto. Es algo difícil de explicar sino lo vives en persona y, no cualquiera puede experimentarlo sino se está abierto a que ellos te puedan sorprender.

    Como he dicho anteriormente, es algo que es necesario experimentarlo, y que para ello es necesario tener una vocación. Ahora me gustaría detenerme a explicar a qué llamamos ser educadora infantil, cuál es su vocación y para ello, utilizaré un video que dice bastante.

     Esto es solo una pequeña introducción de un mundo que se me aproxima a continuación.

30 de noviembre de 2011

LA MUÑECA PERDIDA

   En estas líneas me gustaría contaros una anécdota muy impactante, que me sucedió el año pasado, cuando hize las prácticas en el colegio de Jesuitas de Pamplona, en infantil.

   Soy exalumna de ese centro, donde estaba mi profesora de cuando tenía tres años.La verdad que no me acordaba de ella, ni de su nombre ni nada, ya que solo pude estar cuatro meses. Eso sí, todo el centro nos conoce por los numerosos hermanos que somos y por nuestra estancia de seis años en África

   Mi primer día de prácticas, yo estaba en mi aula, escuchando a la profesora de inglés, cuando derepente entra una profesora y me dice que salga un momento a fuera. Al salir, ella me dijo que fue mi profesora cuando yo tenía tres años, y me dió una muñeca que se me olvidó el último día de clase. Además, me dijo que esa muñeca, me la había regalado mi abuelo, que desafortunadamente falleció hace años, y que le parecía que después de 23 años, vuelva con su dueña.Yo no sabía que decirle, le dije gracias, y entre de nuevo en el aula emocionada.

   Esta anecdota es impresionante ¿Cómo una persona puede guardar durante tanto tiempo algo que, quizás nunca hubiera vuelto a su dueño?  

  A esto llamo yo tener sensiblidad por las personas, ¿ A quién no le gustaría tener una profesora como esta?

  

Que mayor modelo de educadora que tu propia profesora de la niñez. Qué cosas tiene la vida, cómo te sorprende día tras día. Es maravilloso, creo que nunca hay que cerrar las puertas a la esperanza, a la alegría y a las aventuras que tiene la vida.

21 de noviembre de 2011

LA DECISIÓN DE MI VIDA

Dieciséis años. Las pruebas dan positivo y el mundo entero cae sobre los hombros de la joven que contempla asustada el resultado de las pruebas. Un simple color puede cambiar toda una perspectiva de vida. ¡Estoy embarazada!” 

Toda mi vida he tenido claro que quería estudiar una carrera, conocer al hombre de mi vida y formar una familia. 

Lo más maravilloso del mundo se ha convertido en el mayor problema de mi vida. Todos mis sueños e ilusiones se han desmoronado en un segundo. Miles de ideas rondan mi cabeza, solo quiero desaparecer.  

Pasados unos días me armo de valor y decido hablar con él. Él bajo la presión del miedo decide que yo no le diga nada a mis padres, y que nos quitemos el bulto de encima, volviendo así la vida normal. 

Esa noche no pude conciliar el sueño ante la mayor decisión de mi vida, pensando cómo ese pequeño instante cambiaría mi vida para siempre. 

Esta es la historia que se repite cada día en nuestra sociedad.  

Y ante esta situación se nos abren varios interrogantes: ¿Por qué muchas veces las mujeres se sienten doblegadas a tomar esta decisión? ¿Por qué el aborto es un tema tabú? ¿Por qué no se les da toda la información a las mujeres que van a abortar? ¿Es verdad que toda la sociedad empuja a las mujeres a tomar decisiones de las que luego se arrepienten, en vez de darles todo el apoyo que necesitan y darles otras soluciones? Las clínicas abortistas: ¿Un negocio o una solución? 


Buscando información en internet hemos encontrado datos escalofriantes. Los gobiernos esconden muchos datos objetivos e incluso se ha  prohibido en España  la publicación de películas en contra del aborto, como “Blood money”. ¿Esto es libertad? 
Los últimos datos recogidos por el IPF (Instituto de Política Familiar) son del 2010 y en ellos sitúan a España como el primer  país europeo abortista. Según este informe, en  los últimos diez años, se ha incrementado el número en un 115%, pasando de los 53.843 en 1998 a los 115.812 abortos realizados en el año 2008. Analizando datos de otros países, el informe muestra que el índice de abortos se ha reducido en otros países comunitarios gracias a las medidas y políticas adoptadas para fomentar la natalidad.1 

Con este ensayo no queremos quitar libertad, sino ver cuál es la realidad de un hecho que parece tabú. El aborto no repercute solo en cada persona, sino en la sociedad entera. La indiferencia es el peor de los males de una sociedad. 

Además los gobiernos promueven medidas que lo facilitan pero no dan otras alternativas, ni informan de sus repercusiones y tampoco ofrecen ayudas a aquellas personas que no tienen recursos económicos suficientes.  

            Ante todo creemos que es muy importante no juzgar a aquellas mujeres que han abortado, puesto que estas necesitan todo el apoyo de la sociedad para salir adelante y agradecer la valentía de tantas mujeres que han sabido salir adelante, asumiendo las dificultades y las consecuencias de sus actos.  

¡Gracias mamá!

Realizado por: Ana Alfaro, Blanca De Benito, Teresa Malcorra y Elena Sala

UN AMOR DESORDENADO

           El amor es un término que abarca muchos ámbitos, existe el amor a Dios, a la naturaleza, a la familia, a tus amigos, a tu novio.  Por eso, creo que es importante saber que el hombre ha sido creado por Dios para amar a toda la humanidad. Sin embargo, uno no puede afirmar que ama a todos, si no se quiere al que tiene cerca.
            Uno de los grandes problemas que se dan y se han dado a lo largo de toda la historia, es el desorden en este ámbito. A uno no puede importarle más, su perro que su hermano o decir que le agrada más su coche que su mujer. Lo mismo sucede con la sexualidad. Es necesario tenerla ordenada para poder amar al prójimo porque si no uno se deja llevar por lo que le apetece, sin tener en cuenta al otro. ¿Acaso somos animales que nos dejamos llevar por los impulsos, por momentos de placer espontáneos e inmediatos?

            Lo importante es saber  que, tras ese algo hay un alguien, que tiene sentimientos y que tiene derecho a ser respetada/o y a ser amada/o de verdad.

            Yo creo en el amor verdadero, creo que es posible amar a una persona durante el resto de tu vida, en el que  el perdón se da una e infinitas veces más. Es normal discutir, equivocarse, pero el error está en quedarse allí, pensando que el otro siempre tiene la culpa. Por ello, pienso que es esencial el perdón en el que, uno acepta al otro con sus defectos y virtudes.

            No entiendo las parejas de hoy en día que tienen miedo a comprometerse después de cinco años o más de noviazgo. No comprendo a qué esperan, porque si tu quieres a alguien ¿qué te impide afirmar que ese amor es para toda la vida?

            Tampoco me explico cómo algunos matrimonios deciden no tener hijos durante un buen tiempo porque, según ellos, quieren disfrutar de la vida sin ataduras. Y me pregunto yo: si los hijos son fruto del amor ¿acaso son una carga, algo ajeno a los padres? Yo creo que un hijo es una bendición, no un peso que hay que quitarlo de encima, es fruto del amor que se tiene un marido y su mujer. Me atrevería a decir, que muchos matrimonios que estaban próximos a divorciarse, el hijo les ha renovado su amor, los ha vuelto a unir, y les ha devuelto la felicidad.

            Muchos pensaréis que estoy loca, pero así soy yo. Creo en Dios que me ha dado, en primer lugar la vida, y en segundo lugar, la fuerza para poder seguir en esta sociedad tan falta de valores, concretamente del amor.

ESPERANDO UN SOPLO DEL VIENTO

            
            Hoy en día la juventud está en crisis, muchos de ellos están perdidos, son como vagabundos sin dueño ni rumbo. Sin embargo, siempre están esperando el momento en el cual la vida les sorprenderá, una persona, una palabra, un abrazo.

            Ante una elección, el joven opta por lo más fácil, la que no requiera esfuerzo ni tiempo, porque no quiere pensar, porque el pensar agota y hasta incluso duele. De esta manera, nunca se da a conocer cómo es uno realmente. Se esconden tras las redes sociales con identidades falsas, creando unas personalidades increíbles, diferentes a las suyas, porque no se aceptan tal y como son. En el fondo, son personas que están deseando salir de ese cascarón, sin embargo, debido a la “crueldad” del exterior, se esconden tras capas y capas de mentiras.

            Muchas personas opinan que los jóvenes no piensan. En cierto modo, creo que es cierto porque deliberar requiere un esfuerzo, un tiempo y un sacrificio. Supone pararse a pensar sobre una elección a realizar. El no pensar significa no querer sufrir, no tener valentía ni espíritu de trabajo. De esta manera, muchos jóvenes realizan acciones insuficientes, vacías de valor y contenido y por lo tanto, no llegan a desarrollar todo el potencial que se podría obtener y que se esperaba de ellos. Por ejemplo, un universitario que copia en un examen, no podrá adquirir los conocimientos necesarios para poder llevarlo a la práctica, a la realidad. Se estará engañándo a sí mismo y al resto, sin importarle los demás. La gravedad del asunto aumenta cuando sus compañeros siguen su ejemplo. ¿Qué clase de profesionales tendríamos?

            Por lo tanto, el pensar genera problemas, ya que al hacerlo, uno se da cuenta de la realidad en la que vive, de cómo es él, de sus defectos, de sus errores. Se percata de la existencia del otro, de sus dificultades, pero por temor al otro no le dice la verdad. Esto es, no le ayuda a ver la realidad, porque es incapaz de padecer burlas, porque es más fácil quedarse callado y por lo tanto permanecer en la superficialidad.

De este modo, es como uno entra en un círculo vicioso que es difícil de salir, que está lleno de falsedad, en el que no saben que un error puede convertirse en un aprendizaje, que te puede ayudar a madurar. Esto lleva a muchos a desconectar de la realidad. Por ello, se encuentran en un continuo movimiento de actividades de ocio, porque si no hacen nada, se aburren y podrían ponerse a pensar, cosa que no desean. Estas personas no quieren tener momentos de silencio porque se sienten solos. Por eso, hay tanta juventud enganchada a los videojuegos, televisión, fiestas nocturnas acompañadas de alcohol, drogas y sexo. Esto ocurre porque sienten una soledad que les ahoga, que les hace entristecerse.

            También tienen miedo al compromiso, a atarse a alguien o a algo, porque si sucede, no podrán ser libres. Por ejemplo, en el noviazgo pasan años y años teniendo “un amor libre”, en el que parece que tengan miedo a amar, a sentirse amados y a aceptar a una persona para siempre.

Y me pregunto yo ¿Qué mejor que pasar el resto de tu vida con la persona que amas? ¿Somos casos perdidos? ¿Existe una solución? Creo que el primer paso para el cambio, es aceptarnos y aceptar al otro, dar ejemplo y sobre todo darles a los jóvenes la oportunidad de darse a conocer. Enseñarles desde la escuela a que tengan sus propios pensamientos. Nunca es tarde para pararse a pensar, a cambiar de camino, a saber rectificar, porque siempre se puede aprender.


31 de octubre de 2011

BUSCANDO LA FELICIDAD

    Uno de los grandes problemas que existe hoy en día entre la juventud es la no valoración de lo que uno tiene, de esta forma, siempre quieren más, más y más. El dinero se desperdicia continuamente en objetos innecesarios, siendo meros caprichos, en los que nunca se está conforme con lo que uno tiene.

   Hay personas que no son conscientes de su adicción a las compras compulsivas. Estas van más de una vez por semana ya sea por aburrimiento, para disminuir su estrés, o porque simplemente está lloviendo y hay que gastar. Es cierto que hay personas que se dirigen a las tiendas por necesidad, sin embargo, esta realidad cada vez es menor.

   Estuve trabajando en una tienda juvenil hace dos años en verano, concretamente durante el tiempo de rebajas. Todo era una locura, tanto los clientes, el horario, las prendas, y ni hablar del desorden del local. Muchas veces, daba igual ordenar un montón de ropa del suelo ya que al segundo, venía una clienta y te lo ponía todo “patas arriba”, entonces era cuando o la mirabas con cara de ¿perdón?, o te tragabas todo tu orgullo y volvías a colocarlo todo en su sitio.

   He de reconocer que durante esa estancia, mi armario aumentó considerablemente. Esto se debía a un cincuenta por ciento de descuento en toda la tienda. Nunca había hecho tanta compra en mi vida. Casi todos los días llegaba a casa con algo, ya fuera una camiseta, un fular, regalos para mis hermanas,… Sí, era una compradora compulsiva.

   Sin embargo, todo no fue todo tan divertido como parecía. Debido a mi horario de lunes a sábado, llegaba a mi casa, como muy pronto a las once y como muy tarde las doce de la noche. Todos los días me encontrara muy cansada y lo único que querría era dormir y que nadie me molestara. Esto provocó el desconocimiento de lo que ocurría a mí alrededor. Siempre me enteraba la última y tarde de alguna noticia familiar importante. Además, mi genio cada vez era mayor y me fui aislándome de mi familia. Al cabo de un tiempo, me di cuenta de la soledad que presentaba. Sentía una tristeza interior que me hacía sentirme la peor hija del mundo, veía que el comprar no me llenaba, que querría estar con mis hermanas pero había algo en mí que no me dejaba.

   Con el tiempo, me di cuenta que lo primero es la familia, no el dinero. El hombre hace del dinero un dios poderoso que le hace aislarse de los demás, de cómo el demonio le hace pensar que el problema no lo tienes tú sino el otro, por lo que uno no cambia de actitud. Los problemas se afrontan, no se solucionan comprando, ni te van a dar la felicidad.

   Por todo ello, creo que el hombre tiene que salir de ese círculo vicioso, romper esas barreras, dejar de ser tan materialista y centrarse en lo que de verdad importa, que son las personas. Hay que apreciar lo que uno tiene y sobre todo a quienes tienes a su alrededor, estableciendo un orden a los valores, ya que si no todo se desvirtúa todo.

   En definitiva, la felicidad no se puede comprar, ni se encuentra en lo material. La clave está en amar al prójimo como a uno mismo.

24 de octubre de 2011

ALCANZAR TU SUEÑO

Este poema lo leí hace unos diez años, y siempre me ha venido bien, ya sea en decaídas, como en momentos de alegrías. Hasta llegue a pegármelo en la puerta de uno de mis armarios. Para mí, sencillamente es único. 

 

El autor lo desconozco, he buscado en internet pero no lo encuentro. Es un poco largo, pero os aseguro que después de la lectura quedareís reconfortados.



Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.

Pero sé paciente, no pretendiendo Que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, y todo. Lo que es tuyo, vendrá a tus manos, en el momento oportuno.
Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos, para poder apreciar debidamente su dulzura.

No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. 

Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
 
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.
Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. 

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.

No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.
Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. 

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

"Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños".

4 de octubre de 2011

“DE LA VIDA SALVAJE A LA REALIDAD.”


       Mi nombre es Elena, nací un trece de julio en 1988 en Pamplona. Un acontecimiento en mi vida, único e irrepetible, que me marcó para toda mi vida es la experiencia de haber vivido seis años en África, exactamente en Camerún. Es una experiencia diferente a las que oímos hoy en día.

     La estancia allí se debe a la decisión de mis padres de entregar su vida a otras personas, irse de misión con sus ocho hijos, dejando atrás familiares, trabajo, comodidades,…

    Cuando llegamos por primera vez a Camerún estábamos seis hermanos, yo con tres añitos, era la penúltima hija. Éramos unos niños blancos entre tantas caras negras.

    Póngase en mi lugar, imagínese yo con tres años, sin tener gran idea de lo que ocurría, aparecí en un continente nunca oído para mí, con personas, lenguas, cultura, sociedad, ambiente… totalmente extraño ¡qué locura!

    Durante esta estancia no entendía muy bien cuál era la misión de mis padres, y más concretamente, qué hacía yo entre tanta pobreza, malestar, necesidades,… Mis peores momentos eran en la escuela. Por las mañanas iba a un colegio público, donde la lengua oficial era el francés, donde éramos los únicos “blancos” del centro, y donde se llevaba el “castigo físico y psicológico” en las aulas. A todo esto le añades que a la par teníamos que dar clases de español, para convalidar los estudios con los de España.

    Los profesores se reían de nosotros, porque decían que al pegarnos íbamos a estar rojos como el tomate. Cuando se hablaba de la historia de África nos echaba la culpa porque en el pasado, les habíamos esclavizado, maltratado,…

  Puedo decir que cuando intentaron transmitirme o enseñarme algo en la escuela, en Camerún, no aprendí mucho, incluso fui negada. Me encerré en mi misma, aislándome de los demás por miedo, mostrándome insegura, obteniendo bajas calificaciones. Intentaba siempre llamar lo menos posible la atención, pero era inevitable entre tantos negritos, era la mancha blanca en el negro, y hasta incluso, muchas veces éramos objeto de risas y humillaciones.

    Al llegar a España todo era diferente, las personas, las tecnologías, la civilización, la escuela ¡todo! ... Me sentía de nuevo diferente al resto, parecía yo ahora la mancha negra entre tanto blanco. Los estudios fueron cada vez peor, hasta el punto de repetir curso. Fue una lección en mi vida que me hizo cambiar, positivamente, en todos los aspectos de mi vida. Esto último me ayudó a ver que en la vida si no pones esfuerzo en algo, nadie lo va a hacer por ti. Fue entonces cuando comencé a ser libre, a sacar al exterior quien era y a demostrarme a mí misma sobre todo, lo que era capaz de hacer.

    Hoy en día puedo decir que sin ayuda de Dios, de mi familia, no hubiera podido llegar a donde estoy ahora. Pude terminar bachiller, soy Técnica en Educación Infantil y actualmente estoy realizando Magisterio Infantil en la Universidad de Navarra.

    Como se dice en la película de Forest Gum, “la vida es una caja de bombones”, en la que no sabes qué es lo que te vas a encontrar hasta que no los pruebas. Así es la vida, el hombre necesita equivocarse para poder rectificar. Los errores son lecciones en el futuro que te ayudan a madurar. Que un momento de dificultad, se puede convertir en una situación de esperanza, sabiendo que no estás solo, que además de tener a una familia que te va a querer tal y como eres, tienes a un ángel de la guarda que te protegerá en esta vida y en la de más allá.